Rutinas y hábitos para lograr objetivos

Por: Maribel Anaya
Maribel Anaya
Especialista en redes sociales y anuncios en facebook. Apasionada de las letras. Creadora de procesos, sistemas y todo para organizar.
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Rompiendo el mito de “La rutina”

A la palabra “Rutina” se le han puesto muchas connotaciones negativas. Seguramente has escuchado la frase “sal de la rutina” utilizada como una sugerencia inspiradora y estimulante. Pero, en realidad cuando te dicen esa frase, te están diciendo “sal de tu zona de confort”; y las zonas de confort no siempre están vinculadas a las rutinas.

Diferente a lo que se piensa, tener rutinas te va a ayudar a estructurarte y lograr objetivos que te hayas planteado. Sin rutinas es muy difícil que tengas un registro de los pasos que estás haciendo, cómo estás avanzando cada día y qué tanto te estás acercando a tu objetivo o meta.

Herramientas que puedes adquirir si empiezas a relacionarte de mejor manera con el concepto de RUTINA

Las rutinas te ayudan a construir hábitos y  a que puedas tener más claro hacia donde vas. También te ayudan a ahorrar tiempo y dinero. 

Diseña una rutina que te guste, que disfrutes.

A veces recurrimos a alguien más para que nos haga una rutina o una serie de pasos que no son tan orgánicos para nosotros y por eso nos cuesta sostenerla. Es importante que descubras qué cosas necesitas para lograr tus objetivos del día y cómo puedes organizarte para que disfrutes el proceso, porque finalmente se trata de eso. 

Más que hacer una rutina hay que ir descubriéndola y observar cómo te sientes con eso. 

Tu rutina tiene que ser a tu medida, no a la de alguien más. Si no crees que la rutina que estás generando, va a ser difícil que puedas sostenerla.

Separa tu rutina personal, de tu rutina laboral.

Si trabajas en casa, es importante que antes de comenzar tu jornada laboral, puedas tener un tiempo para ti, para encontrarte contigo, un tiempo para hacer tu rutina propia de cuidado, donde no intervengan los clientes. 

Si empiezas a organizar tu tiempo personal, se va a ir organizando lo demás.

Tener una rutina en las mañanas, sin otro objetivo que hacer algo para ti, te va a permitir que el resto del día estés con toda tu atención puesta en el trabajo. Muchas veces sucede que no terminas de estar ni en un lado, ni en el otro: quieres hacer ejercicio, pero también tienes que terminar cosas, colapsas y no avanzas.  Esto no quiere decir que tengas todo disociado porque no eres dos personas, pero sí que te des el tiempo de estar de lleno en el ambiente en el que estás. 

Otra recomendación es que hagas pausas en tu rutina de trabajo y des entrada a una rutina personal. Es importante, para descansar y luego continuar.

Ten horarios para cada cosa y reconoce cuándo necesitas flexibilizarlos, de manera que no se convierta en un padecimiento para ti y tu equipo de trabajo.

Descubre el equilibrio entre tu creatividad y tu estructura, la combinación de ambas cosas es lo que permite tu expansión y estabilidad.

 

¿21 días para crear un hábito?

No te dejes engañar por verdades absolutas. Todos somos diferentes y a algunos les funcionan cosas que a otros no.

No construyas rutinas abruptas. Ponte a prueba paso a paso 

Una idea para crear un hábito: 1 - 3 -  7 -  10

Haz un contrato de 1 día contigo mismo; qué es lo que vas a hacer y cuáles son los pasos que vas a seguir. Al día siguiente evalúa si se ajusta a lo que tu quieres, si es para ti. Haz los cambios necesarios. 

Haz un nuevo contrato con esos ajustes pero ahora por 3 días. Proponte sostenerlo por ese tiempo y luego evalúa como te sientes. 

Actualiza tu contrato, con los cambios necesarios, por 7 días.

Ve adaptando tu rutina y prueba si ir de a poco te funciona más para crear tus nuevos hábitos.

Los cambios de hábitos están vinculados a lo emocional 

Pregúntate: ¿Qué te vincula a ese hábito que quieres cambiar, desde lo emocional? ¿Quién te lo enseñó? ¿Cómo lo aprendiste?

Separa tus costumbres de lo afectivo y haz una rutina que te dirija hacia tu bienestar.

¡Atención!

No te aferres a tus rutinas al punto de que no te permitan adaptarte a las circunstancias.

De ti depende tener la capacidad de ajustar tus rutinas a los imprevistos del día a día. Está bien que te comprometas, pero no al punto que no te permita aceptar los cambios. 

Construye tu rutina, comprométete pero no te fanatices. 

Cuéntanos, ¿Qué hábito quieres cambiar y qué rutina quieres crear para vivir tus sueños?

 

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